jueves, 8 de noviembre de 2012

Superstición

Resultados inconscientes de sucesivas apariciones. Rebuscamos en lo querido, lo abultado del momento. 


Cansancio.


 Es cierto que por momentos todo no parece importar, o más bien nada parece hacerlo mucho. Pero la escuela más importante de todas, la de la vida, también debiera ser sin fines de lucro. ¿Y si lo consiguiéramos? No es necesario supervisarlo, la manera más indicada sería la bondad interior, aquella que reclamamos los sin rencor. Los que sólo nos enfocamos en compartir momentos, besos, abrazos, penas, llantos, risas. Los que creemos que el desarrollo está enamorado de la felicidad y no de un edificio de 137 pisos.


 Superémoslo (o esfumémonos)



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario